MetalyMetal

B74CKN0V4 y M0N0 -influenciados por todas las corrientes del metal y elementos de rock progresivo, funk, entre otras- se reunieron dando origen a algunos paisajes sonoros en el año de 2008. Suicide Machinery completó su alineación incorporando a 3FR41N en la batería y a M3PH15T0 en las voces, quedando parte de este trabajo registrado en un demo con miras a la grabación de su primer larga duración. Durante el 2008 y 2009, se han presentado en más de 10 oportunidades en escenarios como Ozzy Bar, Maramao's Club, Teatro "La Mama", e incluso al aire libre en Suba, entre otros; destacando su enérgica puesta en escena, haciendo que cada una de sus presentaciones sea inolvidable.
Intereses en grupos musicales
El último hombre se sentó frente a las cenizas de su hoguera digital a punto de consumirse por fin, los hologramas de fuego eran sólo proyecciones que no lograban calentar su moribundo y cansado cuerpo, invadido por prótesis biomecánicas y sensores con los que alguna vez planeó convertirse en el rey del planeta, con ellos esperaba dominar a la Madre, ser más fuerte que la montaña más alta, poder ver y oir más lejos, y que nada quedara oculto a su omnipotente presencia. Volar en el espacio infinito sin saber por lo menos caminar, no pareció nunca un error.


Bajo el cielo colmado de satélites, que parecían estrellas ?o eso creía recordar él, o tal vez eso también lo programaron en su cerebro-, sólo se veía el reflejo del holograma de fuego brillar sobre el vidrio de su casco, y sobre una capa de metal oxidándose eternamente revuelta con el plástico retorcido que se perdía en el horizonte como un océano, un tapiz infinito de partes industriales y cables atornillados aún al hedor de sus partes biológicas. Sólo de vez en cuando, como una lápida en un vasto cementerio, sobresalía alguna estructura de cemento que resistía para que el ácido en la lluvia no terminara su penosa existencia.



-El fin del tiempo- pensó al detenerse su contador temporal, a causa del bajo nivel de energía en la batería, sin registrar en su memoria el sol naciente por una vez más tras varios lustros en las sombras, se liberó de su máscara para poder respirar, tal vez por última vez, pero sólo el pesado aire inundó su cabeza y sus pulmones, y deseó beber algo distinto al aceite quemado que se derramaba de los restos a su alrededor. Aún tenía en su bolsillo las monedas que lo habían hecho magnífico pero no las pudo tragar y sintió hambruna. Alguna vez pensó que aquello no tendría fin, alguna vez pensó que la Gran Máquina los llevaría a las estrellas, pero la máquina invencible sucumbió ante su propio poder, no sin antes esparcir su semilla para cegar todas las estrellas en el cielo. Espejos e ilusiones, la bruma digital impide a éstos condenados a no sentir nunca la tierra en los pies ni el viento en sus caras.