Metal Colombiano

Antioquía tiene una gran tradición católica, este departamento contiene cientos de iglesias en 125 municipios que lo conforman. Pero no por eso, Profania se privaría de nacer en Jericó, uno, sino el pueblo con una mayor tradición católica presente en todos sus habitantes, y últimamente con el gran acontecimiento de ser la sede oficial de la santa Laura Montoya. Pueblo en el cual cinco personas decidiría sacar a flote todo su rebeldía rompiendo con toda tradición católica, el género death metal.

La banda nacería como tal en el 2009, demostrando con su nombre su inconformidad ante el orden establecido. El bautizar esta agrupación con el nombre de Profania, representaría un gran problema para ellos ante la población, en la cual se encuentran rodeados de casi 20 iglesias, un buen número de conventos y por supuesto muchas monjas. Razón por la cual serían tildados como auténticos profanos. Sus integrantes pertenecen a varias generaciones, y sus edades oscilan entre los 25 y los 40 años.

Esta banda del suroeste antioqueño Profania, viene marcada por un sitio donde la minería es una actividad importante, ellos simplemente no puede pasar por alto todos los problemas que una situación como esta acarrea, ya que como muchos saben, las grandes compañías multinacionales se quedan con todos los recursos de estas tierras. Así que, su medio de expresión es el contenido lírico de sus letras, las cuales una vez se unen con la fuerza de sus guitarras, batería y bajo, y voces guturales, crean conciencia dejándole saber a muchos que existen máquinas que están acabando con la vida de las montañas, y dejando las tierras estériles. Dentro de sus letras se encuentran también temas psicológicos, cotidianos, y sobrenaturales.

No obstante, esta banda de death metal ha tenido que luchar en contra las adversidades, por haber nacido en medio del municipio en el que es muy difícil atraer a un público hacia la propuesta musical que están llevando a cabo actualmente, sin embargo, no han dejado de trabajar por ello. Ganando seguidores, ellos mismos son organizadores de un festival llamado Rock a la Perra, que ya ha tenido varias versiones, y que a través del rock alternativo y el metal, los asistentes sólo necesita llevar un kilo de alimento para perros, alimentos que al final son repartidos para todos los perros de las calles de Jericó. Este festival permite que las nuevas bandas muestren todo su talento, y que se abren un espacio en el escenario, invitando bandas desde la ciudad de Medellín a ser parte del festival, y abriendo oportunidades futuras para ser parte de festivales más grandes.

El primer demo de esta banda sería titulado: No es tu verdad. Su primer trabajo de larga duración tendrá por nombre Sepulcro.

La banda ha tocado en el festival de Altavoz Antioquía 2014, y también ha hecho parte del festival de altavoz 2015.